domingo, 16 de junio de 2013

La regla como apoyo para resolución de problemas de suma y resta

La regla a la que me refiero es el instrumente milimetrado que usamos para medir longitudes. La cuestión es que en una ocasión vi como una niña de 5 años la usaba como una representación concreta de la recta numérica con la que comprobaba mediante conteo los resultados de sus sumas y restas (menores de 10). Fue a partir de esta experiencia que comencé el diseño de esta estrategia que tiene como recurso concreto una regla de 20 centímetros.
Esta estrategia es ideal para trabajar con niños de primer y segundo grado, e incluso si sus estudiantes presentan dificultades en resolución de problemas seria bueno tomar esto como una clase previa ya que con este ejercicio el niño se enfoca mucho en identificar palabras y enunciados claves y asociarlos concretamente con una acción (avanzar o retroceder) y operación aritmética (adición o sustracción).


Podemos empezar con enunciados de una situación problemática corta:"Estaba parado en el 6 y avancé cuatro espacios", el niño debe identificar mediante preguntas cuestiones como ¿donde empecé? ¿hacia donde me muevo, hacia el cero o hacia el 20?. Luego cambiamos de contexto como "Tengo 8 manzanas se me cayeron 2" el niño debe identificar otra vez con que número inicia la situación, luego identificar si debe avanzar o retroceder y cual es la palabra clave que le hace saber eso. En un tercer momento se plantean operaciones sucesivas, pero manteniendo la misma secuencia de identificación de datos. En la imagen se muestra un ejemplo de esta última situación. Una variación válida es hacer que el niño plante la secuencia de operaciones primero y la vaya resolviendo y comprobando con la recta.


A mi criterio lo más importante de este recurso es que desarrolla en el niño la capacidad de análisis tanto en la lectura y comprensión del texto como en la secuencia de sus acciones para resolver la situación. El niño termina automatizando los procedimientos a un nivel tan racional que puede darse cuenta de sus propios errores, analizar el origen de los mismos, comprobar sus hipótesis, validarlas y corregirse a sí mismos. Lo segundo muy importante, bajo mi criterio, es que el recurso es tan accesible y simple que los estudiantes se vuelven autónomos casi de inmediato, diseñando sus propias variaciones y estrategias incluso ellos mismos deciden cuando usar la regla para resolver y cuando para comprobar e incluso cuando prescindir de la herramienta.

Recomiendo usarla en un modo "gigante" en la apertura, (dibujada en el piso hasta 10, que los niños literalmente avances¿n y retrocedan). Luego se puede pasar a usarla en reglas propiamente dichas hasta la práctica guiada e incluso si algún estudiante prefiere mantenerla hasta el final de la clase está bien, la idea es que el niño logre resolver por si mismo los problemas.

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